De nuevo mi último adiós

Nunca imaginé que escribiría un post sobre ésto. No sé cómo empezar… no sé cómo se comienza a escribir cuando no se tienen palabras… así que seré directo… El domingo 28 de agosto de 2016 murió mi hermana.

Le he dado muchas vueltas a contar algo tan íntimo aquí, a todos, al mundo…no soy de expresar con palabras mis sentimientos, no soy de contar como me siento a los demás por aquello de no preocupar o llamar la atención en exceso, pero creo que ésta es la única forma de desahogarme, de sacar, reventar desde dentro hacia afuera lo que siento y que guardo de fuera hacia adentro.

El domingo murió mi hermana…así, de pronto, sin avisar, en menos de 24 horas pasó de nadar en el mar al calor del sol del mediterráneo a una sala fría de un tanatorio.

Mi ejemplo, mi heroína, mi protectora, MI HERMANA…(me detengo para llorar)

Su frase era: La vida no te enseña a ser fuerte, te obliga a serlo!!!

Y vaya si era fuerte…Fueron 12 años de lucha contra un maldito cáncer, al que venció en numerosas ocasiones y que este se resistía a abandonar su cuerpo. Ella jamás se dió por vencida y seguro que muchas veces pensó en tirar la toalla…(aunque eso a mi nunca me lo dijo)… en ella sólo vi lucha, valor, coraje, fuerza. No he conocido a nadie con tanta fuerza y ganas de vivir como ella.

Siempre arreglada, elegante, guapa, divertida y con una sonrisa daba amor a todos aquellos que tenía a su lado…(me detengo para llorar)…

Jamás se consideró enferma…no le gustaba nada esa palabra ni tampoco la otra…(como ella decía)… al cáncer, a esos pequeños tumores los llamaba lesiones.

Aconsejaba y se preocupaba por todos los de su alrededor, ofrecía su cariño y cercanía…escuchando los problemas y dándonos su apoyo, un corazón más grande que el mundo que el domingo dejó de latir.

Dirigido a tí:

Tengo dentro un dolor muy profundo… un vacío tan grande que me has dejado hermana. No puedo parar de llorar, no me calma, no me llega para curar, no me sirve…el dolor se clava en mi pecho y duele…María, duele mucho hermana… te has ido demasiado pronto… tenía planes contigo… me tenías que enseñar muchas cosas aún… y enseñarselas a mi bebé, tu sobrino…al que te dió una energía nueva para seguir luchando…ahora como le explico que no estás…como le explico quien era su Tata. (paro a llorar)

Has dejado rota a una familia que te quería todo… a mi hermano, que creció y jugó contigo, al que ahora no le resultará lo mismo contar las anécdotas y recuerdos de la infancia  en las comidas familiares (aunque ya no se si llamarlas familiares sin ti). Las de mamá persiguiendoos con la zapatilla, la de cosas que os pasaron con el seat 850, recuerdos de las navidades…o cuando tiraste el vino en la mesa esas navidades y mamá me pegó la bronca a mí dirigiendo su mirada y soltando ese grito espeluznante girando la cabeza hacia mí : «Deeeejaaaa esooo aahiiiiiiiiiiiiiiiiiií»

…A esa madre que te amaba y que daba por ti la vida, al igual que tú por ella…se queda mal, pero no te preocupes hermana  que la voy a cuidar mucho y que entre todos la estamos arropando para que su dolor sea menor…A un marido para el que eras su vida, sus manos, sus pies y que ahora tendrá que sacar fuerzas de donde no hay para intentar seguir adelante en vuestra casa…

…A tres sobrinos, dos mayores ya…que te querían taaaanto María…tú lo sabes… ellos están viviendo de distinta forma este momento, les costó aceptarlo… desde que nacieron estuviste a su lado… les va a resultar difícil. El otro es muy pequeño, aunque es el que de nuevo te llenó de alegría y vitalidad  para seguir luchando, el fué el que te dió mucho a tí…

…a muchos amigos cuya sorpresa y desolación quedó patente en los cientos de mensajes y llamadas que hemos recibido…

y por último a mi…no tengo más palabras para decirte como me dejas… francamente mal, no estaba preparado para perderte, hay momentos que creo que estás en tu casa y no me siento triste hasta que reacciono y vuelvo a la realidad…no se de donde sacar la fuerza para seguir…

Sé que estabas cansada, que ya no sufres y que seguro que estás viajando por el mundo libre de ataduras físicas…no te culpo…egoísta de mi te pedí en esa cama del hospital agarrado a tu mano que lucharas más, perdóname no quería perderte.

Te vamos a echar mucho de menos…

Pero tú no querías vernos tristes, siempre estabas riendo, elegante, guapa y divertida. No nos contabas cómo te sentías realmente para no preocuparnos, te preocupabas por nuestros problemas, por nuestros asuntos, nos aconsejabas y nos guiabas… jamás te sentiste enferma y superar durante 12 años un cáncer que se iba y volvía una y otra vez sólo está al alcance de muy pocos.

Tu ejemplo, fuerza, coraje, alegría de vivir no va a caer en vano hermana… será motivación para mi, para otros muchos que están como tú… hemos aprendido mucho de tí.

Te queremos, te quiero… este será mi último adiós.